lunes, 29 de mayo de 2017

Ya no volveré a bailar pegado (Poesía e historias)


Ya no quiero bailar, 
siento que moriré con esta triste canción.

Sigo abrazado a ti, 
para no desfallecer
para evitar caer al suelo.

Nuestros cuerpos 
siguen muy unidos uno al otro,
extraño pegante 
que no me deja alejarme de ti.
Pero esta triste canción 
me quiere dar el tiro de gracia.

Despues de esta canción, 
ya no volveré a bailar pegado
siempre lo hube deseado 
pero hoy conmigo a terminado.

Pareciera que quien canta 
conoce de mi agonía
y a mi herida le echa sal, 
triste y fuerte dolor.

Morir en los brazos 
de quien tanto amo,
después de que termine la canción 
nunca volveré a bailar pegado otra vez.

Esta romántica canción 
es nuestro himno de despedida
fue muy lindo bailar contigo
es como si hiciéramos el amor.

Lástima que esta canción 
como las demás, solo dure un rato,
desearía que fuera eterna sinfonía 
y nunca escuchar el ultimo remate.

Loco de remate estoy, 
mientras la canción desgarra mi corazón,
toda mi ilusión, toda mi esperanza 
de volver a ser feliz entre tus brazos,
por volver a bailar pegados, 
por volver hacer el amor en público.

Ya no volveré a ser la envidia 
de los que hoy nos admiran.

Ya nunca más volveré a bailar pegado.
Y tanto que me ha gustado, 
pero lo que hoy me ha pasado,
quiero que se quede justo ahí, 
en mi pasado.

No se si lograré olvidarlo, pero lo intentaré, 
pero mientras el dolor invada mi corazón
con cada recuerdo, que me quedará grabado, 
que me traerá cada nota, cada verso tan bien rimado,
eso lo hará dificil, lo hará imposible.

No me sueltes, te lo ruego,
impregna mi piel con tu sudor, 
con el aroma de tu perfume,
que nuestros poros, los de nuestras mejías 
no se alejen ni por un solo instante,
pero te juro... Que nunca volveré a bailar otro bolero.

Porque lo que este me a dejado 
es una certera puñalada en mi corazón,
así lo dijo quien lo cantó, 
momento que has esperado para susurrar a mi oído 
un despiadado: Ya no te amo, ya no te quiero, 
debemos terminar nuestra relación,
al termino de esta canción.

Por ello, jamás volveré a bailar 
nunca más otro baile pegado
mientras más ilusionado, 
tus palabras me han llegado
lo has hecho cuando el cantante callado se ha quedado;
cómo si todo esto todo el tiempo estuvo planeado.

Nunca volveré a bailar otra vez un lindo bolero.

Sostén entre tus brazos a quien hoy has terminado 
lo has matado, con un silencioso susurro al oído,
claro te he escuchado, hoy todo ha terminado, 
ya no te amo, ya no te quiero,
hasta aquí lo nuestro ha llegado.

Malvado ha sido de ti, 
invitarme a venir aquí 
lugar en donde un día te conocí,
lugar en donde otro día te invité a bailar 
y mientras lo hacíamos te dije te amo, 
me dijiste tambien te amo y nuestra historia nació 
cuando nuestros cuerpos estaban pegados bailando, 
justo como ahora.
Seguro lo traías ya pensado, muy bien planeado.

La canción hablaba de amor, 
profundo amor, el cantante esta inspirado,
es su mejor noche, 
jamás antes lo escuché 
cantar así esta canción con tanto sentimiento.

Los reflectores nos iluminan, 
mis lagrimas se reflejan 
como globo ochentero que pende del cielo
y a todos los ilumina con tenue luz blanca, 
pero esta noche no son cristales,
son mis lágrimas las que llevan 
la inspiración a otras parejas 
que se susurran al oído palabras de amor,
mientras que tú apuñalas mi corazón.

Te delatas, me confiesas que no me amas, 
que ya no sientes nada más por mí.

Juro que jamás volveré a bailar de nuevo pegado.

No quiero sentir entre mis brazos 
tan delicioso calor; 
mejillas humedecidas por el roce de pieles 
y lociones que se mezclan,
la mejor de las sensaciones 
para dos corazones que se ofrecen
lo que no hay en la tierra, 
algo que solo se encuentra en el cielo.

Ya no volveré a bailar nunca más pegado .

La canción por fin llegó a su final, ella se alejó de mí, yo apenas lo resistí, en sus ojos ya no vi nada más que una amistad, mientras que en los míos, ella vio la desesperación de aquel que amó y que la sigue amando, de aquel que lo han alejado de lo que más ha amado y sigue amando. Ella solamente sonrió y se alejó, él no la quería soltar, pero le faltaron fuerzas, su corazón a penas latió, sintió que su alma se alejó con ella. Mientra que ella atravesaba el salón con ese andar que un día me enamoró, ella se dirigió hasta donde estaba la orquesta y se acercó a quien recien cantó; él le acercó la mejilla y ella algo le susurró al oído, este al escuchar lo que ella le dijo, este me miró, yo comprendí que quien me robó a la que fue mi gran amor fue quien cantó aquella linda canción. 

Se tomaron de la mano, sus dedos se entrelazaron, la orquesta luego del descanso inició otra canción, una que no necesitó del cantautor, esto ellos lo aprovecharon y se dirigieron al medio de la pista, se abrazaron e iniciaron su amorillo. Ella y él, se susurraban seguro que lindas palabras de amor al oído, las que yo ya nunca escucharé porque nunca más volveré a bailar pegado otra linda canción.

Agaché mi rostro y me encaminé al armario, tomé mi chaqueta, pues el frío me invadió por adentro de mi corazón, era un tempano de hielo, mis piernas a penas me sostenían. Salí de aquel lugar, a donde llegué acompañado y ahora salgo solo y derrotado y en mis sentidos aquella canción que me repetía: Nunca volveré a bailar pegado. Para mi hoy todo a terminado.

Las calles solas están, mojadas y frías, ya no llueve, pero en mis adentros hay una horrenda tormenta, soplé mis manos y de mi sale el típico vaho, subo el cuello de mi chaqueta y me pierdo en aquella mojada calle, en una madrugada, la que no me entregará un amanecer con amor.

Mientras en la discoteca ellos siguen susurrándose palabras con mucha miel, se juraran amor eterno, al igual que me lo juró en otra noche como esta, otra noche que hoy se vera eclipsada por el desamor, por el desengaño. 

Con el recuerdo de que jamás volveré a bailar pegado, nunca mis brazos sentirán una linda y frágil figura, mis mejillas no conocerán de otra que me deje impregnado con nuestras lociones, con ese sudor que me dejó el amor, que hoy baila pegado en brazos de otro; ya no escucharé otro te amo, otro te quiero, susurrado a mí oído...

Porque ya no volveré a bailar pegado.



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