jueves, 13 de julio de 2017

Above the law


Este soy yo hablándole a tu corazón, destapa tus oídos, abre bien los ojos, abre el pecho y deja que esto lo vea y lo sienta tu corazón, porque te lo repetiré cada día de tu vida: Que te amo, que te quiero y que te deseo. Sé que esto no esta permitido por la ley del nuevo hombre, así que lo haremos de manera subversiva, lo haremos por sobre la ley, para no hacer sentir mal a nadie, para que nadie nos critique, para que nadie nos envidie, para que lo nuestro jamás se contamine, para que lo nuestro sea mejor que hombre y mujer de esta nueva ley que mienten cuando se murmuran un te quiero, por no estar permitido.

Este soy yo hablando sobre una historia de amor, esas historias que hoy son historias, por ya no sonar un bolero, por ya no bailar un buen tango, por ya no recibir un ramo de rosas, por ser todo esto cursi y anticuado, pasado de moda, por estar penado por la ley, una nueva ley; por ofender a quienes dominan una nueva sociedad, sociedad de hipócritas insensibles que no saben lo que es amar de verdad, por ignorar la belleza del cortejo, por entregarse simplemente por atracción, por ser esta la nueva ley.

Este soy yo hablando de amor, solamente cierra tus ojos y déjate llevar por lugares ya clausurados, lugares que se exhiben en un museo no visitado, parece ser, que son estudiados por palenteólogos o por antropólogos, científicos que escarban para encontrar vestigios de tiempos pasados y mejores, que hoy son parte de una historia que siempre será mejor que los tiempos actuales y particulares del sentimiento más bello que hoy ya ha caducado... El amor verdadero.

Este soy yo hablando de lo que fue, que nos importa lo que hoy es, si mañana ya no será, si para nosotros nunca será, solo sé que, para nosotros existe un tiempo de un verbo presente para conjugar lo que nuestros corazones ansían y desean... Amar. 
Por es su alimento, lo que al alma engorda, es lo que hace vibrar cada parte de un cuerpo, es lo que hace que un par de ojos brillen entre tanta negrura, lo que hace que sigamos aun sin extinguirnos, aunque somos perseguidos por estar sobre la moderna ley, estamos al ojo del huracán, bajo tremenda tormenta, estamos siendo juzgados sin jurado, solo por un juez, que nada conoce del amor, que nos condenará a vivir lejos uno del otro, por perseguir eso tan bello que es el amor. 
Seres fugitivos, prófugos de injusta ley, tú y yo estamos sobre la ley, solo por sentir uno por el otro amor.

Una ley que no entenderé, por ser moderna e inhumana, por haber olvidado que para antes de entregarse hubo que sentirse amado, haber escuchado el palpitar de un corazón agitado y emocionado, haber sentido un hormigueo en la piel, haber sentido que te faltó el aíre cuando te tomó de la mano, haber sentido un revoloteo de alas en el estómago con una sencilla mirada del ser que te ha ilusionado y el sueño te ha robado, por haber sentido que cuando te besan asciendes como globo lleno de helio, que sigues y llegas a tocar el cielo, que te estremeces entre nubes blancas y que miras directo al sol sin que te deslumbre, que has llegado a la gloria prometida sin haber muerto, simplemente solo por haber amado, por haber encontrado al ser amado y todo esto lo has logrado solo con una sencilla caricia, un delicioso beso. 

Algo que ahora esta vetado por esta nueva ley, por que la nueva ley dicta; que si te gusta, directo a la cama a curiosear que se siente con este y con aquel. Malvada ley, así es lo moderno en nuestra sociedad y esta ley. 

Por eso soy prófugo subversivo y estoy sobre esta ley. 




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