martes, 5 de septiembre de 2017

Me llamas (las canciones de mi vida)


_Ves aquella chica, ¿linda no?
_¿Cuál?
_La de vestido rojo tallado, el cual resalta su linda figura.
_Es linda sin duda.

Amigos de promoción, quienes se encontraban en un bar, tomando un trago, recordando y riendo por viejos recuerdos, sin embargo, a pesar de que la tertulia estaba cada vez mejor, uno de los dos, no podía dejar de ver a la chica de vestido rojo y muy tallado.

_Oye, ¿me escuchas?
_Sí, claro. Perdón, la verdad es que no puedo dejar de observar a tan linda mujer. Me esperas voy y le hablo, de pronto y me la ligo.
_Espera, te acompaño, de pronto y en tu lugar la ligo yo. jajaja.

Ambos se dirigieron hacia donde se encontraba aquella maravillosa mujer, mientras se abrían paso, por ser un viernes por la noche, el lugar estaba abarrotado de jóvenes y no tan jóvenes. Mientras se acercaban, Coky detuvo a su amigo Alvaro. 

_¡Detente Alvaro!
_¿Por qué, te ha intimidado esa belleza? No, seguro ya te has dado cuenta de que no tienes oportunidad a mi lado. Está bien, espera aquí, voy por ella.
_Espera; no has entendido.
_¿Entender qué? Explícate.
_Mírala bien. ¿No la reconoces?
_No. ¿Acaso la conoces?
_La conocemos Alvaro. Es la mujer de Jorge.
_¡Qué! ¿Estás seguro? Recuerdo que era linda, pero no creo que sea ella, ¿por qué estaría aquí, a esta hora y sin Jorge? Estas equivocado.
_Por supuesto que no. Ven, volvamos a nuestra mesa y te cuento.

Coky y Alvaro, regresaron a su mesa, Alvaro no se lo creía, cómo era posible eso, y a Coky, a él se le veía confundido y triste.
Cuando estuvieron en la mesa, pidieron otra ronda, esta vez, Coky la pidió doble.

_Ya, cuenta, que me tienes en ascuas. Dijo Alvaro con curiosidad en la expresión. 

Pero Coky esperó por los tragos dobles, al llegar lo bebió de un sorbo, y pidió otro. Ambos en silencio, observando a la linda mujer, con una picara sonrisa de carmín, se colgó el bolso y con alguien del lugar salió. Los dos quedaron tristes, uno esperando escuchar la historia, mientras que el otro recordó cuando Claudia le llamó, para contarle lo que sucedía en su casa y su esposo.

_¡Ya cuenta!
_Bueno, lo que te contaré no me lo esperaba, creí que solo era una rabieta a consecuencia de una pelea entre parejas, pero hoy me doy cuenta de que todo lo que te contaré era verdad, ¿sabes? quien más me da lástima es Claudia, al fin de cuentas el Jorge siempre fue un desgraciado, ¿si lo recuerdas no?
_Pues claro, cómo no recordarlo, si por él corte con mi novia. Como la amaba. Dijo con rabia Alvaro.
_Hará cosa de un mes aproximadamente, que recibí una llamada, era ella, se le escuchaba muy molesta y su voz quebrada. Le dije: ¿Qué sucede? Ella quedó por un rato en silencio, imagino mientras tomaba valor para continuar con la llamada y entonces me dijo: Hola Coky, quiero contarte que ya no aguanto más esta situación, ya estoy harta de verle cada día, de compartir la cama, de domingos de fútbol metida en casa...
_¿En serio?, que grave se escucha eso. Dijo Alvaro muy atento.
...Me dijo: El amor al igual que llega pasa y el mío hoy se va por esa ventana y saldré a la calle en busca de amor. El que Jorge no me da.
_Pero que burro este Jorge, no dar amor a tremendo mujerón. Dios le da muelas a quien no tiene ensillas. Y ¿entonces qué pasó, que le dijiste vos?  
...Entonces yo le consolé, la aconsejé, y no colgué hasta que no la oí tranquila, creí haberla convencido. Pero fue como a la semana, que de nuevo ella me llamó, esta vez se le escuchaba enojada, para mí fue extraño, pero atento la escuché, pues no me dejó hablar, me dijo que me llamaba para contarme la decisión que había tomado y para agradecerme lo que el otro día le aconsejé, pero que ya lo de ellos no tenía reversa, que todo se había derrumbado y entonces me confesó algo terrible.

Coky, bebió de nuevo el trago doble y pidió otro, Alvaro también pidió uno para él. Coky siguió con su relato... 
...Ella me dijo esta vez que, Jorge la engañaba, que del amor que los unió ya no queda nada, que él se buscó otro nido y que abandonó su casa, que le faltaban caricias y amor por las mañanas y me repitió esa frase que aun resuena en mis sienes: Que el amor, igual que llega pasa y que el de ellos se marchó por la ventana. Y luego me dijo: Que se pintaría la sonrisa de carmín, que se colgaría el bolso que él le regaló, que se estrenaría un vestido que también le regaló y que jamás pudo estrenar por permanecer encerrada en casa viéndolo cada domingo disfrutar del fútbol. Esa es  la historia, pues, ella después de ello me colgó y no supe más, hasta hoy que la vemos acá y vaya si cumplió, pues, viste se largó con ese tipo en busca de una noche de amor, tal cual me lo advirtió, que saldría a la calle en busca de amor. 

Ambos quedaron sumergidos en recuerdos, de cuando estuvieron juntos, cuando fueron jóvenes, de cuando estudiaron, cuando al vida era diferente, cuando todo era alegrías, cuando Claudia y Jorge se enamoraron, cuando el condenado se llevó a la mejor flor entre todas. 

El mesonero les llegó con las bebidas dobles, las cuales, las tomaron de un solo sorbo.


                                   El Fin 


Inspirado en la canción: "Me llamas" de José Luis Perales.
Historia de: J. L. Perales y S. Raga




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