viernes, 10 de noviembre de 2017

Adversidades


Algunas veces la vida no es lo que deseamos que fuere, nos pone pruebas en el camino y todos respondemos de maneras diferentes ante las dificultades, esto depende del carácter y de la determinación de cada quien, también de la manera en la que fuimos criados y por los que nos guiaron en los primeros pasos y nos heredaron, lo que según ellos era lo mejor porque a ellos de alguna manera les ha funcionado, mal o bien, pero que a ellos les parece bien y que se han acostumbrado con lo que otros antes les heredaron; pero la verdad, es que cada quien debería de guiarse a sí mismo por este largo, mediano o corto camino que se llama: Vida.

Un hombre caminaba por un polvoriento camino, él pensó que sería una linda autopista, de dos vías, con vistas increíbles, pero cuando se dio la oportunidad de salir a caminar y hacer su propia historia se dio cuenta que aquella autopista solo existía en su mente, en sus fantasías, en sus sueños, en lo que otros le habían contado y estos seguro le habían mentido, pues, hay muchos que solo escuchan y creen lo que otros les cuentan sin darse la oportunidad de descubrirlo por sí mismos si lo que han escuchado es verdad o fantasía, una mentira para lucirse ante los que no tienen el valor de buscar y escribir su propia historia, este hombre se atrevió y cuando llegó e inició su andar se dio cuenta que las historias, eran solo eso, historias, el camino no era recto y llano, este caminó y se entró en aquel camino, mientras caminaba vio a otros caminar el mismo camino, a unos se les veía cansados, a otros se les veía relajados, a otros los vio sentados y acomodados sin la más mínima intensión de levantarse y seguir su andar, pero este hombre avanzó, no se detuvo a preguntar ni tampoco quiso ser mejor que nadie, el camino era largo o corto, eso no lo sabe nadie, así que no había que perder el tiempo y nada lo detuvo, este caminaba y avanzaba, al tiempo pensaba que a pesar de  no ser la autopista que pensó el camino no era tan malo. Con el tiempo caminando y andando un día se encontró con una bifurcación y en ella él solo, nadie por ningún lado para preguntar y con esa información tomar una determinación, así que después de tanto caminar y nunca descansar se tomó un tiempo para decidir cual camino tomar, además aprovechó para tomar un respiro y descansar, mientras meditaba el por qué de aquella bifurcación, esperó para ver si alguien se asomaba, pero nadie llegó, entonces cuando las energías le regresaron se dijo que debía de seguir su camino y tomó su decisión, al fin de cuentas la decisión era de él y si se equivocaba nadie se lo reprocharía, a nadie culparía, era simplemente la vida que lo detuvo por un instante para que tomara una decisión, era algo importante, pues del camino que él ahora caminaría dependería el resto del camino por andar, el que lo esperaba por delante, inició otra vez su andar ante una nueva carretera y avanzó, mientras lo hacía pensaba si había elegido bien, también se preguntaba como sería el otro camino, a su mente le llegaban imágenes de lo que pudo ser o haber encontrado en el otro camino, pero también observaba con atención lo que tenía enfrente. Entonces le llegó al hombre su primer grande tropiezo y al suelo cayó, conmocionado este se preguntaba qué fue lo que me pasó, qué fue lo que me tropezó; cuando estuvo sobre el polvoriento suelo, a su mente llegaron imágenes de muchas personas que estuvieron antes ahí y de otras que aún permanecían justo a su lado, personajes que no vio mientras estaba de pie y avanzando, después de un breve momento observando y también meditando se logró sentar y después se puso de pie, dio inicio a su andar de nuevo, pero este se detuvo y pensó no avanzaré hasta no saber que me derribó así que volteo y justo ahí, sobre el polvoriento camino una piedra, la observó desde donde estaba y aquella piedra era tan pequeña e insignificante, que no lo podía creer, que una cosa inanimada que quien sabe como llegó a aquel camino lo hubiera derribado, se sonrió e ingenuo avanzó, pero no dio más de cinco pasos y se detuvo de golpe y de nuevo regreso la vista al objeto diminuto e inanimado, sin saber que lo detuvo ni lo hizo por vez primera retroceder en su andar volvió hasta el lugar en donde su pié tropezó con aquel objeto y la tomo en su mano, de nuevo lo observó esta vez lo hizo de cerca y de nuevo sonrió, pensó en arrojarlo lejos del camino para que quien viniera detrás de él no tropezara, pero decidió que mejor guardar ese objeto en su bolsillo y eso hizo, quien sabe y aquello le serviría más adelante en aquel camino. Otros antes de él que también tropezaron y también se levantaron con cólera recogieron la piedra y la lanzaron lejos del camino y después siguieron su andar, mala o buena decisión, eso solo supieron más adelante en su largo o corto camino. El hombre siguió su caminar y cuando lo hizo tuvo cuidado de no caer otra vez al suelo, al fin de cuentas ya tenía una experiencia y aquella caída le sirvió para tener más cuidado por donde caminaba; al termino del tiempo a su camino se cruzó otro personaje que lo detuvo y lo aterró, se trataba de un enorme perro que le mostraba su afilados colmillos, de ellos salía una espesa baba y además unos temibles gruñidos, el hombre se detuvo ante enorme y feroz animal y ya no pudo avanzar frente a frente hombre y bestia, esta le impedía al igual que lo hizo la piedra avanzar, solo que este era peor, pues este tenía vida y era agresivo, pensó hasta aquí llegue, lástima pues deseaba seguir avanzando, pero este animal no me lo permite, es más si avanzo me destrozará y moriré, siguió ahí, detenido sin moverse, solo pensaba como podría sortear aquel enorme problema entre su presente y su futuro, detrás del animal se veía que el camino seguía, este pensaba y pensaba qué hago para avanzar. En uno de sus inquietantes pensamientos para saber como avanzar metió sus manos a las bolsas de su pantalón y sintió cuando sus dedos tocaron lo que apenas unos kilómetros atrás lo derivaron, la tomó y la apretó con su mano, esto le dio valor y además una oportunidad de poder con ella, con aquella experiencia poder seguir su camino, así que, tomó la piedra con fuerza y al sentirla entre sus manos, se repitió, esta cosa tan pequeña me derribó, podría ser que me sirviera para derrotar a lo que me tiene aquí varado y empuñó la piedra y con todas sus fuerzas para que causaran dañó la lanzó contra el enorme animal que seguía impidiendo su paso, el golpe fue fuerte y certero dio en donde mucho dolor le causo al animal, este asustado se hizo a un lado del camino y con la cola entre las patas se recostó a un costado del camino y lamió su herida, el hombre entonces avanzó y siguió su camino, había caminado cinco pasos y aún escuchaba el chillar del animal que lo tuvo aterrado por un buen tiempo, se dio vuelta y observó a la pobre bestia lamiendo su herida, sintió pena por el animal que decidió volver a curarlo y eso hizo, llegó hasta donde el animal ahora estaba asustado ante su presencia y con miedo le permitió curar su herida, cuando lo vio bien el hombre acarició el pelaje del hasta hace un momento un horrible y terrible perro, se sonrió y una vez incorporado siguió su caminar, había avanzado cinco pasos cuando sintió que su mano algo lo lamió, era el perro agradecido que decidió caminar a su lado, este aceptó su compañía, algo que otros que lograron avanzar ante la bestia no hicieron y siguieron su camino pero solos, este hombre quien se compadeció de quien intentó devorarlo ahora era su compañía por el camino, juntos caminaron mucho. De nuevo llegó a otro lugar en donde había una bajada y en la otra una empinada subida, se detuvieron los dos, el perro se echó al lado del hombre mientras este decidía que camino tomar, el hombre que hasta hoy todo bien con él, pensaba que camino tomar, sabía que ambos caminos serían agotadores, pues es tan cansado subir como bajar, ir frenando para no caer, pero si bien es cierto en bajada es mucho más cómodo que ascender, él sabía que la vida le estaba poniendo en bandeja una manera fácil de andar por la vida y otra que si bien no era la más cómoda también era otra manera de andar por la vida, luego de meditar y de recordar lo que lo hicieron caer al suelo y lo que lo detuvieron por un buen tiempo pensó, que sería mejor lo que le costara un poco de más trabajo y que al final le traería una mayor satisfacción conforme avanzara el camino, así que tomó el camino empinado y el perro le siguió, ambos caminaron cuesta arriba, mientras avanzaba y con mucho cansancio y sudor en su piel, pensaba como sería haber seguido el otro camino y su mente le colocaba imágenes agradables, pero no se arrepintió y siguió su caminar no fue mucho lo empinado de aquel camino, se dijo, fue corto en realidad y agrego, es posible que el otro era así de corto y luego se encontraría con una cuesta mucho más larga y cansada que la que ya había superado, a la cuesta superado le seguía un camino recto y llano, plano y menos polvoriento, no era aún una autopista como pensó, pero era mucho más agradable, ambos caminaron y caminaron, pero en una vuelta se toparon con otro problema, solo que esta vez se trataba de uno mucho más delicado y difícil de superar, pues se trataba de otro hombre, uno malvado, fuerte y armado, quien le decía con su fuerte y mortal mirada que no avanzaría más, que su camino había llegado a su final, el hombre y el perro se detuvieron y este decidió sentarse al lado de su acompañante a pensar cómo podría seguir avanzando, pues no era justo llegar hasta allí, pasó tiempo, mucho más tiempo que los anteriores con los que se encontró, seguía pensando y casi se convenció que su andar por el camino que empezaba a tomar forma de la autopista que él un día creyó sería, le había llegado a su final, que hasta allí llegaría. El hombre vio en retrospectiva todo lo que había avanzado y con todas las experiencias que se había topado y como las había logrado superar, mientras recordaba con su mano acariciaba al enorme y feroz perro; vio al perro y vio al hombre armado que no se movía de enfrente, entonces dijo a su amigo de camino, amigo me podrías pagar lo que por ti hice cuando tu herida sané, cuando no te abandoné, es peligroso pero ambos podremos salir airosos, el perro quien entendió lo que este le dijo, movió su cola y lamió la mano con la que lo acariciaba, el hombre supo que esa era una respuesta positiva, el hombre se colocó de pie y con determinación vio a quien tenía enfrente y le grito veremos si puedes con los dos, luego le ordenó al perro que sacara al demonio que llevaba por dentro, este dejó a la vista del otro hombre sus enormes colmillos amarillentos y filosos, de sus fauces brotó una espesa baba que al suelo llegaba y emitió el más fuerte y sonoro gruñido, quien les impedía el paso dejó ver su temor, y las manso y piernas le temblaron, los amigos avanzaron y mientras lo hacían quien les esperaba no se movía, pero estaba temeroso al ver la determinación del hombre y al escuchar los gruñidos de la bestia, el perro se sentía también seguro por llevar a su lado a quien lo acompañaba, al estar muy cerca el perro se lanzó contra el hombre y su mano que detenía el arma mordió, este soltó el objeto mortal y suplicó al hombre que ordenara al perro lo soltara, el hombre le hizo prometer que no haría nada contra ellos y este lo prometió, entonces el perro lo soltó y el hombre con el perro avanzaron su camino, no había avanzado más de cinco pasos cuando el hombre se detuvo y se volteó observó al hombre que los quiso agredir sufriendo por la herida causada por el enorme perro, el hombre decidió con su bondad regresar hasta su agresor y lo ayudó a sanar sus heridas. Una vez sanadas las heridas, charlaron por un buen tiempo, este le agradeció que volviera a ayudarlo, también vio al perro y lo acarició, le dijo al hombre es lindo tu perro, yo he estado muy solo en este camino, el cual un día caminé y hasta aquí llegue, algo me hizo al suelo caer y ya no me logre levantar, el hombre que lo sanó vio hacia atrás del camino y vio a la piedra que lo hizo tropezar, mientras la veía y sonreía, el agresor le contaba que al no saber que lo derribó sintió miedo y decidió mejor na avanzar, pero que en su estancia allí, el había descubierto un camino hermoso, el hombre de nuestra historia le dijo emocionado, acaso no es como una autopista, el otro dijo que sí, y agregó quieres que te la muestre. Ambos llegaron al lugar de la autopista, uno le dijo al otro caminamos juntos, vamos, pero el otro que no supo que lo derribó seguía con miedo y decidió mejor quedarse en aquel lugar a pesar de que el hombre le dijo que lo había derribado y también le contó toda su aventura, sin embargo este no quiso entrar en la autopista y se quedó, el hombre entró en la autopista, era maravillosa, limpia, recta y con una vista maravillosa, avanzó cinco pasos y se detuvo, se volteó y vio al hombre con miedo y triste regresar al camino de donde este llegó, entonces se regresó y a su perro lo dejó con él para que no estuviera solo, además las autopistas son peligrosas para los perros.
Entonces el hombre continuo su camino, pero solo, claro que ahora en la autopista encontró a otros como él que había logrado salir airosos de los problemas que nos presenta la vida en nuestro caminar, que en breve conoció a una linda mujer quien sería la que lo acompañaría por el resto de la autopista.
Una autopista que lleva por nombre: Vida.


Cuantos hombres no decidieron salir a vivir la vida y se quedaron varados con el primer tropiezo, aunque este solo era una simple y pequeña piedra, otros que se sobrepusieron a la caída y siguieron se quedaron atrapados con un problema mayor, se inhibieron y ahí sucumbieron, también hubo otros que murieron ante la adversidad de otro problema mucho mayor al que no le encontraron solución, por no tomar en cuenta como resolvieron los anteriores, pues, cada problema resuelto te da las herramientas y las ecuaciones para resolver el siguiente, así es la vida, esta llena de piedras, de perros rabiosos, de hombres armados y peligrosos, pero si los vemos como un reto y con bondad, los lograremos sortear y ellos nos ayudaran a encontrar la autopista soñada y deseada. Una vez en la autopista, todo será más sencillo, siempre habrán problemas hasta el final de la autopista, pero nada que ahora no se pueda solucionar y más si ahora tienes a quien te acompañará a caminar esa larga, mediana o corta autopista de la vida. 






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