miércoles, 15 de noviembre de 2017

La mujer no es un trofeo, ni una res


Por aquella época, me encontraba estudiando Dibujo Artístico y Publicitario y fue ahí que conocí a alguien que más adentrado el ciclo escolar se volvería en excelente amigo, se trataba de Vinicio. Cuando salíamos de clases nos íbamos en su moto a pasar el tiempo, aquel al igual que yo, teníamos una cualidad o un defecto, éramos un par de desinhibidos, si pasábamos frente a un Ministerio, en este caso el de Cultura y Deportes; recuerdo que mientras esperábamos a que el semáforo cambiara a rojo, nos percatamos de que entraban al edificio más o menos una docena de señoritas de muy buen ver, eran modelos, las cuales viajaban a diferentes países del mundo como embajadoras de nuestra cultura. Cuando el semáforo cambio a verde, Vinicio sin preguntar dio la vuelta a la manzana, regresó y se parqueó frente a dicho Ministerio, nos bajamos del vehículo y sin meditar palabra entre nosotros, con tal seguridad entramos en el Ministerio y seguimos hasta los ascensores, subimos hasta donde vemos que muchas personas iban y entramos; en esa oportunidad estuvimos en un desfile de lindas chicas, un desfile modelando ropa típica, no sé como no nos detuvieron al ingreso, pero esta y otras historias las cuales contaré en otro capitulo nos hacían tener esa afinidad con Vini.

Un día que salimos de estudiar y nos fuimos a meter en un estudio de arte, llegamos a pedir información y cuando sentimos estábamos observando a una linda modelo completamente desnuda, posando para los estudiosos, logramos entrar al taller donde se llevaba a cabo la clase aduciendo que estábamos interesados en estudiar pero que necesitábamos ver las instalaciones, en ese lugar permanecimos un largo rato viendo a escultural belleza, luego que salimos del Estudio de Arte, con el asombro y la calentura a flor de piel, hicimos nuestros comentarios, lamentablemente el lugar estaba situado en una zona muy cara y las colegiaturas jamás podríamos haber pagado. Ese mismo día, Vinicio me ofreció llevarme a mi casa, a pesar de que vivíamos de extremo a extremo, pero lo hizo para seguir hablando de la modelo, cuando llegamos a casa, le ofrecí algo para tomar, recuerdo que cuando entramos en mi casa había llegado una prima del interior, quien el siguiente año se quedaría en casa para seguir con sus estudios en la ciudad, ni yo sabía que ella estaría en casa, ella me saludó como siempre, muy efusivamente, después de tan rico saludo tocó presentarla a mi amigo, este quedó prendido de ella, pues, la verdad era muy guapa, a partir de esa fecha tuve chófer oficial y a diario me llevó a casa. 
En una oportunidad, cuando llegamos a la casa, me encontré con otro amigo, uno con quien estudié los básicos, quien se encontró con mi prima y la acompañó hasta la casa y ya estando allí, se quedó, disque esperándome para saludarme, pero la verdad era que mi prima estaba bien buena y de esto yo sacaba todo el provecho que podía, pero esta es otra historia, así que cuando llegamos, Vinicio me confesó que estaba prendido de mi prima y si yo no me molestaba si la cortejaba, yo le dije que no, al fin de cuentas me convenía, así me ahorraba lo del pasaje de los buses; entonces le ofrecí que empezara de una ese día, así que cuando entramos nos topamos con la visita, quien supuestamente esperaba por mí, al entrar saludé a mi ex-compañero, a quien no veía hacía mucho, esto no dejó de molestar a Vinicio, pues ya había otro coche detrás de la deliciosa mazorca, algo que me convenía mucho, jejeje; los presenté y después le pedí a mi encantadora y apetitosa prima me acompañara, ella pidió permiso y me siguió, cuando estuvimos solos, le pregunté que pasaba con el Dany y ella me lo comentó, luego de escucharla, le cuento las intenciones de Vinicio y le digo. 

_Tendrás que elegir entre ellos, claro si te gusta alguno, sino olvídalos y no pasa nada, eso sí, me tienes que decir lo que decidas antes de cualquier acción. Ella se rió y me  dice.

_Ya vas a empezar con tus tranzas.
_Jajaja, que bueno que me conoces bien, así que estás advertida.  

Mi prima me empujó y se retiró, cuando regresé con mis amigos y mi plan maquiavélico en mente, me los encuentro discutiendo, ambos presumidos se lucían uno al otro que si uno llevaba hasta la fecha la cantidad de 20 novias, mientras que el otro rondaba las 25.

_Pero seguro estas echando en la cuenta los agarres. Decía el que menos había contabilizado para justificar el por qué iba perdiendo en la contienda. Mientras el otro decía.
_Ah no, si cuento los agarres, entonces llegaría como alrededor de las 50. Dijo Vinicio muy orgulloso.
_Ah no, entonces te gano yo, porque yo redondearía poco más de las 55. Dijo quien hacía poco había quedado bajo en su contabilidad, y mientras discutían, yo me senté entre los dos a escuchar y por a mis adentros yo decía.

_Par de pajeros y mentirosos.

A sabiendas que Dany era un duro y que seguro fue honesto cuando dijo su número, mientras que el Vinicio era otro mentiroso, un pajero total, así que siguieron con su inútil discusión, pues, siempre habría alguna excusa para salir adelante del otro. Fue entonces que cuando ya no hallaban de donde sacar un número mejor, uno de ellos me tiró la chibolita. 

_Haber ¿y vos Sergio cuántas has tenido? dijo el Dany.
_Sí, ¿cuántas has tenido? Dijo también Vini.

Yo, haciéndome el loco, el que no entendía de que hablaban, pregunté con la ingenuidad en el rostro.

_¿De qué hablan? no comprendo nada, ¿están haciendo cuentas de qué, o qué?

Entonces, ambos, casi al mismo tiempo, los muy tontos me confirmaron lo que yo ya sabía. Y mi prima los escuchaba por detrás de una cortina que cubría a una entrada y yo la veía muy bien, observé cuando ella hizo una mueca, como quien dice: - Par de inmaduros.
Yo, entonces supe que lo que estos hacían no le gustaba a mi prima y la verdad que a mí tampoco me gustaba lo que estos hacían; entonces ellos me replantaron la pregunta y después les respondí.

_Hablamos de cuántas novias hemos tenido hasta la fecha, y ahora queremos saber cuantas has tenido vos, para ver quien gana, de momento vamos empatados. 
_Miren mis apreciados amigos, yo jamás he hecho un inventario al respecto y les diré por qué... Por el simple echo de que ellas, mis novias, no son objetos a los cuales yo deba contabilizar, no son trofeos, no son vacas ni mucho menos, por tanto no sé, y no me interesa ganar en esta absurda apuesta.

Mi prima aplaudió mi actitud en silencio y levantó su dedo pulgar en señal de que estaba de acuerdo con mi respuesta; tanto Dany como Vini, quedaron callados. 

Mi prima después me dijo que no le interesaba ninguno de los dos, que para eso mejor se quedaba conmigo, jejeje, esta también es otra historia.

Muchos años después, en mi primera cita con quien es mi esposa, mientras viajábamos de regreso para su casa, ella me hizo exactamente la misma pregunta que mis amigos tuvieron aquel día, ella me dice con la malicia de toda mujer, pero ignoraba que yo ya tenía mis tablas y que me las conocía de todas, todas y esto pasó.

_Sergio, tú habrás tenido muchas novias ¿verdad? 

Para estas instancias no eramos más que amigos aún. Le digo sin dejar de ver el camino y con mis manos en el volante, muy seguro de mí, con mi rostro serio, como indicándole que su pregunta era algo muy serio para responder, y le digo con toda la propiedad de las circunstancias.

_No te diré si he tenido muchas o pocas, sencillamente porque respeto a la mujer y porque las que estuvieron conmigo mal que bien, a su manera me amaron y ellas, como tú, merecen todo mi respeto, por tanto, yo no las contabilizo, pues ustedes no son trofeos, ni reses. 

Mi hoy esposa, quedo callada y admirada por mi inesperada respuesta. 



Tomado del libro: "Historias de un Adolescente Tímido 3" por Sergio Raga.




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