lunes, 15 de enero de 2018

Bendita e indecisa mujer


Demasiado amor creo que sentí por ti y eso no era bueno, 
demasiados besos le di a tu boca y a tu cuerpo también, 
y eso no era bueno, demasiado cielo te ofrecí y eso no era bueno, 
demasiadas promesas creo que te entregué y eso no era bueno, 
tanto fue, demasiado fue que te perdí, y hoy sufro sin ti.

Di, dime ¿qué debo hacer para recuperar todo lo que se perdió? 
Di, dime ¿qué debo hacer para recuperar el tiempo perdido, 
para enmendar tanta mentira y lograr que regreses a mí, mi amor? 
Prometo no ofrecer más de lo que podría dar, 
se que ofrecer demasiado no fue bueno y te perdí.

Demasiado amor creo que te di y eso para ti no era bueno, 
porque tanto puede ser empalagoso y engorroso 
y por eso ya no deseaste más de lo mucho que te di, y te perdí, 
eso no era bueno.

¿Qué debo hacer para que regreses y me comprendas 
que lo que para ti fue demasiado para mi eran migajas? 
pero si quieres menos amor, menos miel, menos empalagos,
eso ahora lo sé, hoy sabré dosificar cada caricia, 
cada beso sobre tu piel.

Todo lo haré para que regreses y te quedes a mi lado, 
para que disfrutemos del amor, prometo no dar demasiado 
para no desesperar a la mujer que desea amor 
pero dosificado cada noche, cada madrugada, 
un dulce beso pero no tan largo, una caricia pero no tan profunda, 
una sonrisa, no una carcajada, una mirada pero que no diga nada, 
como alguien que mira pero no ve, que mi mirada 
sea una tímida caricia que llegue al alma, todo en su justa medida.

Nada que eleve la temperatura, nada que provoque quemaduras,
solo que sea con ternura, que ten entregue el justo calor 
el que desea el amor, eso sería bueno, hoy lo comprendo. 

Demasiado amor creo que fue lo que mató al verdadero amor, 
demasiado amor se confunde con obsesión 
y esto termina con la pasión, te deja sin emoción, te desvela 
y te aterra saber que a quien amas te vigila y no te deja en paz, 
te roba la libertad, esto nunca es bueno. 

Esperaré a que me lo pidas y cuando esto suceda 
te entregaré todo el amor que me guardaré mientras comprendes 
que tengo mucho para darte, que no es obsesión, es solo la ilusión 
de que un día me quieras como yo, como soy, que me entregues 
lo que hoy solo es un porcentaje, que me entregues tus besos y caricias 
que eleven la temperatura, que me provoquen fiebre 
que no la baje el acetaminofén, esto estaría para mí muy bien.

Quiero que te prepares, esta noche llegaré y lo que te daré 
no lo esperas y ni lo imaginas, fiebre será,
de la que no causa daños, solo provoca sueños y anhelos 
y me dirás: quiero más, quiero más, quiero más,
pero solo te daré la dosis que me pediste un día, 
nada en exceso, todo desde hoy será cuidadosamente medido, 
para que no digas que es demasiado y que te robo libertad. 

Así será, hasta que un día de nuevo me vuelvas un loco 
y que la pasión no me deje pensar y que la fiebre se eleve 
hasta el grado de ebullición, vaya que emoción, 
por fin se terminaran las limitaciones 
y el amor que un día te parecía que era demasiado, serán migajas,
y me exigirás más y por no poderlo dar me dejarás otra vez,
¿quién entiende a las benditas mujeres. 

Mejor será que tenga cuidado, pues por cumplir con tanta condición 
me quede sin nada y me levantes una mala reputación 
y ya no encuentre a una mujer que deseé 
lo que en mi cuerpo tengo en demasía, eso sí sería bueno. 

Debo tener cuidado, para no equivocar a mi corazón 
y que no se te suba la presión. Mejor subimos el termostato de la pasión 
y nos entregamos en los brazos de la emoción y de la excitación, 
eso será lo mejor que nos pueda suceder mujer, 
experimentar del sexo todo lo mejor sin dosificar nada, 
sin miedos, ni prejuicios, eso me gusta, 
que bueno que por fin te has dado cuenta, 
que no era más que pasión y amor, 
lo que había en mi corazón, bendita e indecisa mujer.


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