viernes, 5 de enero de 2018

I´ll Stand by you


Me encontraba quién sabe dónde, en algún lugar de mi ciudad, tratando de encontrar inspiración para mi siguiente trabajo, era temprano cuando me subí a mi auto y llegué a dicho lugar. 
Me coloqué mis audífonos y el reproductor de mi celular me dejó escuchar una linda melodía, me gustaba tanto que accedí a la opción de repetir el mismo track. 
Con la mirada perdida en un punto pero sin ver lo que en él había intentaba encontrar por lo que salí, pero nada; entonces mi preocupación me hizo regresar en mí y observé a mi alrededor, con la esperanza de encontrarme con algo o alguien que me inspirara. 

Alguien llegó y se sentó justo a mi lado, era un personaje alto, robusto, muy bien parecido, con barba de días; para ser alguien con singular y particular aspecto logre ver, gracias a mi sensibilidad como escritor que en su rostro se reflejaba una enorme pena, esto me llamó poderosamente la atención, pues, si yo que no soy nada en cuanto a lo físico no me encuentro deprimido, por qué este tipazo sí. 
Sin que él se diera cuenta de que estaba siendo observado por alguien minuciosamente, lo veía sin perder detalle, así estuve por un buen rato tratando de que su agónica expresión me diera algo para escribir, pero nada, seguía con aquella sequía. 

De pronto el rostro le cambió y su mirada se fijó en un punto en particular, pues desde que llegó la mirada estuvo siempre hacía abajo y muy pendiente del reloj, evidenciando que esperaba a alguien. Pues bien, ese alguien era el que apareció en escena y la que le hizo levantar la mirada, hasta ahora seguía sin percatarse de que yo lo veía, le observaba con detenimiento. 

Observé para donde este vio y a quien vi; era su Barbie, pues claro, él era un Ken, si el tipo me impresionó, la chica no se diga, era un ejemplar femenino digno de aquel galán; no pude evitar observarla mientras avanzaba con rumbo hacia donde este se encontraba, verla caminar era un espectáculo digno de pasarela, yo la veía como en cámara lenta, yo deseaba que nunca llegara, pero esto no sucedió y cuando ella llegó al tipo de beso en la mejía lo saludó después de que este se colocara de pie para retirar la silla en donde ella se sentó; yo seguía observando, pero esta vez con reserva pues, para evitar un mal entendido y lo que vi es lo que ahora les narraré, debo advertir que no escuché nada de lo que hablaron y que tampoco puedo leer los labios, así que lo que contaré será lo que mi imaginación me entregó, además de la escena previa y la que estuvo mientras todo pasó.

_Hola, te ves muy mal, muy desmejorado, veo en tu rostro una angustia que jamás en ti vi antes, y esos ojos han perdido el brillo ahora son oscuros y tristes, muy tristes. 

Dijo la chica a quien él esperó. Mientras, a este le brotó una lágrima que ella no permitió se notara, pues, los hombres no deben llorar; este no respondió, solo la observó con admiración y amor, mucho diría yo. 
Ella continuó y mientras lo hacía, a ella su bello rostro también se le descompuso y sus ojos se cristalizaron.

_Te comprendo, yo sé lo que estás viviendo, lo que estás sufriendo, lo que estás sintiendo, pues hace poco a mí me sucedió, yo era la que estaba en el lugar que tú estas hoy, yo esperaba por ti, yo sufría por ti y tú me ignorabas, no me amabas, me entregabas las caricias que te sobraban pero yo te amaba y no me importaba, cuantas noches no pasé con mi rostro y los ojos iguales a los tuyos hoy, y cuando llegabas me ignorabas pero yo estaba siempre allí para ti, siempre estuve para ti, a tú lado, pero me ignorabas y yo sufría, te sentía llegar con olor a otro perfume que no era el mío, tus camisas blancas manchadas con carmín que no era mi color, y yo allí, al lado tuyo, esperando una migaja de amor que nunca llegó y cuando lo hizo, con eso fui feliz. 
Te comprendo, pues así fue mi vida junto a ti, y a pesar de todo eso aquí estoy y siempre estaré, porque siempre podrás contar conmigo, pero como amiga, siempre estaré para ti, cuenta conmigo, mira aquí estoy, me has citado y aquí estoy, pero si lo que buscas es que vuelva a tu lado, eso ya no es posible. (...) 

Ella lloraba y él por más que se aguantaba yo sabía que deseaba decir algo pero un nudo en la garganta se lo impedía, ella seguía respirando profundamente para continuar con su explicación, tratando de no hacer el mismo daño que ella recibió de él.

_Un día, en el que no llegabas, mientras me encontraba tal cual hoy estás tú, reaccioné, supe que lo nuestro no iba hacia ningún lugar, decidí entonces que yo debía vivir mi vida pero junto a alguien que me valorara y me amara como yo a ti en ese momento; esa fue la más triste y larga noche de todas las que antes te esperé, mientras el tic tac me daba el ritmo de que la noche avanzaba, tomé la decisión, una muy difícil y me dirigí hacía nuestro clóset y tomé mi maleta, una chica pues, no había mucho que llevar, tomé mis pocas pertenencias porque el mueble casi en su totalidad lo ocupaba tu ropa fina y elegante, con la que conquistabas a tus amantes, y sin darme cuenta comencé a llenar mi maleta, no me tomó mucho tiempo y cuando todo estuvo en ella, lo pensé, sabía que al cerrarla todo entre nosotros se acabaría, el tic tac del reloj me daba ánimos pero mi corazón me lo impedía y es que aún te amaba, pero mi razón me enviaba imágenes de ti con otra en otra cama y eso me dio rabia, sin darme cuenta el sonido del zipper de la maleta fue la que me trajo de vuelta a mi realidad, par entonces ya el sol entraba por la ventana de nuestra alcoba pero tú no, quizá si hubieras entrado en ese momento me habría quedado, pero jamás llegaste, sin fuerzas levanté mi maleta y descendí por las gradas desde mi habitación, mientras lo hacía recordaba con dolor cuando la primera vez me llevaste en tus brazos hasta nuestra alcoba, todo lo nuestro lo vi mientras caminaba hacia la puerta, tomé el picaporte y dudé, vi para atrás y entonces me desvanecí y lloré, lloré como nunca antes, pues, nuestra historia llegaba a su final, yo no lo quería pero me vi obligada por tu desamor y por tus engaños, pero sabía que debía hacerlo, yo lo merecía, sin desearlo y sin darme cuenta mi mano giró la perilla y el rechinar de la puerta al abrirse me trajo de nuevo a una triste realidad, levanté mi maleta y salí del apartamento y también de tu vida; desde aquel día no respondí jamás a tus llamadas telefónicas ni a tus mensajes, necesitaba curar mis heridas y una vez estas cicatrizaron, de nuevo salí al mundo, a la vida. 
Pero no te preocupes que siempre estaré para ti, siempre podrás contar conmigo pero como amiga, entre tú y yo ya no puede haber nada, lo siento.

Ella le soltó las manos, las cuales él las tenía muy sujetadas y las sobaba, pero esas caricias ya no le provocaban nada a la chica, ella logró liberar una de ellas y se limpió su cara, luego le acarició la de él y agregó.

_Siempre me gustó tu barba de dos días, pero esta ya lleva varios, deberás afeitarla, arreglarte y hacer lo mismo que yo, sigue tu vida, pero sin mí, pero no olvides que siempre estaré para ti, cuando lo desees ahí estaré, a tu lado permaneceré, cuenta conmigo, te dejé como mujer, pero jamás lo haré como tu amiga, cuenta conmigo, yo te apoyaré. 

Esto lo repitió tanto que se me grabó y casualmente la melodía que yo escuchaba, en los coros repetían: I´ll stand by you. 
Creo que la charla entre ellos no fue esta, lo que les conté fue mi imaginación y la emoción de lo que esta canción me transmitía, yo había encontrado lo que salí a buscar, una historia, de la cual en realidad no sé que pasó. 

La hermosa mujer se levantó y mientras ella caminaba con rumbo por donde llegó yo escuchaba al coro repetir: I´ll stand by you... I´ll stand by you... I´ll stand by yo...

Extraje de mi billetera lo que correspondía al servicio y caminé hacia el balcón para observar que haría ahora la chica y logré ver cuando ella llegó hasta un auto deportivo en donde alguien la esperaba, este salió a su encuentro y la beso, luego le abrió la puerta del coche, ella lo abordó al igual que él y se marcharon. 
Supuse era su nueva pareja, alguien que como ella dijo, la valoraba y la amaba, me atrevería a decir que él le preguntó como estaba y ella le comento cómo, y luego ella le dijo estará así por un tiempo y mientras, yo lo apoyaré hasta que pueda rehacer su vida como yo contigo, entonces él le dijo a ella: I´ll stand by you... Eso creo, eso me dice mi imaginación. 

Voltee para donde se había quedado el tipo, pero este ya no estaba, lo busqué con afán y lo encontré justo cuando descendía las gradas que lo condujeron hasta la mesa de al lado mío, iba desecho, cabizbajo y meditabundo, triste, muy triste. 

Yo, tomé mi celular, puse stop al reproductor y busqué la App de grabadora y empecé a dictar mi historia, así caminé hasta donde dejé mi Toyota, color amarillo, modelo 75, este prendió con solo tocar la llave y me dirigí a mi casa con mi grabación en marcha. 

Y eme aquí, escribiendo parte de esta historia para compartirla.

Esto deja una moraleja, cómo dice el refrán: "No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos". 
Este tipo muy bien parecido perdió a una hermosa mujer, no solo físicamente sino de tremendo corazón, pues quien regresa con quien le hizo daño para indicarle que siempre lo apoyará, que pude contar con ella, esto denota que ella era una tremenda mujer en todo el sentido de la palabra y que con seguridad aquel cromo de hombre no logrará encontrar a otra tan bella como ella, y lo digo así, bellas físicamente encontrará y muchas, pero con esa enorme belleza interior, esa no, esa la perdió y para siempre.



SergioRaga 05-01-18



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