jueves, 4 de enero de 2018

La Chaqueta 3


_Maldita sea me han jodido mi chaqueta, ¿qué meterían en ella que valga tanto? ¿Estará algún malparido de la otra mara de la 51. Mejor me voy.

El miembro de la otra pandilla se vio de pronto solo afuera de la vieja y abandonada bodega, abandonado a su suerte, con la chaqueta que se robó y en ella con una enorme fortuna que ni se imaginaba, vio para todos los lados posibles, su corazón latía y mucho, sabía que estaba metido en la boca del lobo, si era descubierto por la otra banda sería hombre muerto. Luego de unos prolongados segundos tratando de saber qué hacer y hacía dónde dirigirse, se decidió a seguir el camino por donde llegó, así que empezó a caminar con rumbo hacia la 51, esta vez lo hacía como cuando llegó, con mucho cuidado y también con mucha prisa, aquellos cien metros de la cuadra enemiga fueron los más largos y eternos, debería de llegar a la 50 para sentirse un poco tranquilo, pero aunque llegara a ella sabía que no estaría a salvo, que solo estaría a salvo cuando entregara su linda chaqueta al Escorpión y terminar con esta suicida misión. 
Ya llevaría unos setenta y cinco metros avanzados, los cuales le parecían kilómetros.

_¡Vaya, vaya!, miren lo que la 52 nos trajo.

Se escuchó de quién sabe dónde, este sintió que la sangre se le heló, y de reojo observó para donde él escuchó la horrenda voz, pero mientras observaba y avanzaba no se percató que por el lado contrario los miembros de la pandilla de la 51 lo copaban y para cuando se percató, ya tenía a otros enfrente y a otros por detrás.

_¡Oye tú, si tienes huevos para meterte en este lugar que nos pertenece! Dijo quien antes le habló.
_No sé de que me habla señor, yo solo caminaba por acá, que yo sepa las calles son libres ¿o no? 
_¡Esta no pendejo! Respondió violentamente el tipo rudo tomándolo por la chaqueta.
_¿Quién es usted? ¡suélteme!
_¿Escucharon a la señorita?, quiere que la suelte. Dijo sarcásticamente quien lo sostenía de por la chaqueta aún.
_Jajajaja. Quebrémosle el culo aquí jefe.
_Aun no. Pero mira qué linda chaqueta, ahora entiendo, creí que eras miembro de otra pandilla que vino por acá a espiarnos, pero es obvio que las mierdas de la pandilla del Escorpión no podrían tener una chaqueta tan cara ni los suficientes huevos para venir por acá. 
_Seguro se la huevió Jefe. Dijo otro miembro de la pandilla al jefe.
_Sí, tienes razón, la chaqueta es linda y cara para una mierda como este.
_Se equivoca señor, yo no pertenezco a ninguna pandilla y soy una persona adinerada, ¿solo diga cuánto quiere por dejarme ir?
_Jajajaja. Rieron todos.
_Veamos, quítate la chaqueta, veré si tienes algún tatuaje que te delate.

El desafortunado se quitó la chaqueta muy lentamente, mientras lo hacía a su mente le llegaban mil pensamientos, los cuales le anunciaban que pronto moriría, y si estos no lo mataban, quien le entregó la mercadería lo haría por perder la fortuna que se escondía en la chaqueta, pensó; ¿qué muerte sería la mejor?


_¡Wao! es hermosa esta chaqueta... ¿Cómo se me ve mis chavos?
_Como mandada a hacer par usted jefe. Dijeron sus subalternos, los cuales envidiaban al jefe por la linda y cara prenda de vestir.
_Mire jefe, tiene tatuajes de la banda del Escorpión.

El jefe no se molestó en verlo, simplemente empezó a caminar al mismo lugar de donde salió y mientras se alejaba observando su ahora lujosa chaqueta ignorante de que en ella llevaba una fortuna, caminaba como idiotizado y apurado para verse frente a un espejo. Esto dijo cuando casi desapareció.

_Ya saben que hacer con los miembros de la pandilla del Escorpión.
_Sí jefe.

Y se desaparecieron con el desafortunado ladrón de la chaqueta y miembro de la pandilla del Escorpión.

Mientras el ahora dueño de la carísima chaqueta le modelaba al espejo, por el otro lado de la ciudad el Escorpión se preguntaba.

_Ya sería hora de que este idiota regrese con el encargo.
_Seguro le quebraron el culo al maje. ¿Y si no viene Jefe, qué pasará?
_Si esa mierda no viene, pasará que lo buscaré y le arrancaré la piel y luego le quebraré los huesos y si aun sigue con vida le quitaré su linda chaqueta con el encargo y después disfrutaré matándolo.
_Pero jefe, si no aparece es porque seguramente lo atraparon y lo mataron ¿no cree?
_Espero que no, yo quiero asesinar a esa porquería, ¿no sé por qué lo envié a él?
_Eso nos preguntamos jefe, habiendo tanto miembro con ganas de hacer ese trabajo y usted viene y lo escoge a él, no entendemos. ¿Verdad muchachos?
_Pues sí. Dijeron el resto muy indignados, pero por dentro daban gracias a Dios.

El día se acabó y del tipo de la chaqueta ni una señal.

_Prende la tele, tal vez salga ahí el atarantado ese.

Y efectivamente así fue, el atarantado salió en la nota roja del noticiero.

_¡Maldita sea! Ahora estamos metidos en un tremendo lío.
_¿Por qué jefe? El que la cagó fue ese mula.
_No entienden mulas, ahora nosotros, cada uno de nosotros, somos los responsables y esa mara es pesada, vendrá a buscar su encargo y saben algo sabios pendejos... ¡No tenemos ni pura mierda!
_Sin contar con la chaqueta que la quería para usted ¿no jefe?
_Sí,era linda esa mierda y la quería para mí. ¡Maldita sea!

En la 51, los miembros de esa pandilla festejaban el trabajo y el jefe a su linda chaqueta.

_Bueno compañeros, es hora de regresar a mi sacrosanto hogar. Siempre pendientes de que no venga otro malnacido de la pandilla del Escorpión y si llegara a pasar ya saben que hacer. Me voy, quiero llegar pronto a casa para que mi esposa vea la belleza de chaqueta que me conseguí, claro, ella nunca sabrá como la conseguí, le diré que estaba a buen precio y que no me pude resistir a comprarla. ¡Ahí se ven mulas!
_Hasta mañana Jefe.

El jefe de la pandilla de la 51, salio en su auto de modelo no tan reciente para disimular tanto en su casa como ante la sociedad, pues para todos este era un ejemplo a seguir, un honrado trabajador que se ganaba su dinero con el sudor de su frente todos los días.

_Está linda mi chaqueta, ¿cómo la conseguiría ese hijo de puta? Ah, qué importa, lo que importa es que ahora me pertenece y que me quedó cabal, no hay que hacerle nada, no hay que gastarle nada con el sastre para que me la acomode a mi esbelto cuerpo... ¿Qué? Me lleva la chingada, ese cabrón es el único cerote de la policía que no he podido comprar.

Deténgase y oríllese!

Se escuchó por el altavoz desde un auto que lo seguía hacía unas cuadras atrás...  



Continuará...




SergioRaga 04-01-18


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