lunes, 19 de febrero de 2018

Ejercicio de relajación 3


Recuéstate en la comodidad de tu cama, busca un momento de silencio, encuentra la posición más cómoda, preferiblemente si es boca arriba.

Al recostarte sentirás en tu espalda que el colchón de tu cama se ha convertido en millones de  diminutas rocas, arena de una playa, esta ahora está a una temperatura que te causa un rica sensación, por tus pies logras ver a un sol que se va a descasar muy relajado por el horizonte del océano, con un color anaranjado, hacia él varias gaviotas vuelan despidiéndole, puedes escuchar sus cantos, las escuchas, mira como se alejan y se van perdiendo con su aleteo entre lo anaranjado del sol, sobre el ahora pálido azul del cielo unas cuantas nubes blancas, en algunos de sus bordes, los rayos del sol las encienden mientras que por el otro lado se ven oscuras, se mecen adormecidas por los cálidos y suaves vientos. 
Ahora que has visto esta maravilla de la naturaleza, cierra tus ojos y relaja tus párpados, siente como estos se relajan tan fácil, la magia de la relajación a empezado, lo único que ahora escuchas es el vaivén adormecedor de las suaves olas, aguas en paz como lo estás tú, por ratos se incrementa un poco el sonido de las olas sobre la arena, escuchas las olas avanzar hacia ti, siente como el agua salada y de temperatura agradable hace contacto con los dedos de tus pies, siente como esta agua acaricia la palma de tus pies, puedes sentirlo y escucharlo, siente como el agua cubre tus pies y llega hasta tus tobillos, es una sensación muy agradable y relajante sentir la tibia agua masajear tus pies y tobillos, el sonido de las olas se incremente y ahora el agua te acaricia las pantorrillas.
Tus dedos, pies y tobillos han quedado sumergidos bajo el agua, siente las olas que se acercan más y más a ti, escucha el sonido de las olas, siente el agua que ahora te llega hasta los muslos, siente esta deliciosa sensación de masaje y calor relajante que ahora cubre tus piernas, escucha bien, pues te llega otra oleada, puedes escuchar el sonido de las olas esta vez tienen la fuerza suficiente para llegar hasta tu cintura, siente las olas mover tu cintura y acariciar tu espalda. Escucha las olas del mar, como ahora la marea a subido y te ha cubierto la espalda, los hombros, los brazos y las manos, lo único que sobresale a estas deliciosas y cálidas aguas es tu abdomen, tu pecho y tu cara. El sol se esta escondiendo entre las aguas del océano dejando en él una cálida temperatura muy agradable a tu piel, sientes esa deliciosa temperatura. 
Pon atención pues las gaviotas regresan de despedir al sol con rumbo a sus hogares para descansar y relajarse, las escuchas acercándose hacia ti, escúchalas, pon atención, pues para ahora logras escuchar hasta su aletear, cada vez que se acercan a ti se escucha más fuerte su cantar, es adormecedor, están cerca, muy cerca, ahora están pasando sobre ti, puedes escuchar y sentir el aire de su aletear, ya pasaron sobre ti,  ahora las escuchas alejarse de ti, escucha detenidamente hasta que ya no las oigas más.
Ahora están como tú, relajadas, descansando, las olas siguen y ahora te tienen flotando con ellas, siente el vaivén de tu cuerpo, como las olas te llevan sobre la arena hacia el mar y como te traen de vuelta, es una sensación inigualable, es como si tu madre te moviera la cuna, como si alguien te hamaqueara, disfruta de esta sensación, no dejes de escuchar las olas del mar que no han dejado de sonar ni un momento.
Sin abrir tus ojos logras ver a través de tus parpados a una enorme luna y sientes el titilar de las estrellas, el cielo esta iluminado solo para ti, la luna, las estrellas, las estrellas fugaces te ven relajado flotando sobre las aguas cálidas del mar, estás tan relajado que logras ver esa maravilla de cielo solo para ti esta noche a través de tus párpados los cuales están muy relajados.
Puedes sentir la relajación de los párpados, es una sensación increíble, la cual por medio de las aguas que aún te tienen flotando viaja por todo tu cuerpo, sigue meciéndote con las aguas del mar, escuchando las olas, viendo las estrellas y la luna sin abrir tus relajados párpados, presto par dormir. 
Ahora es el justo momento para dar instrucciones a tu cerebro, pues este al igual que el resto de tus órganos y tu cuerpo están en un estado de relajación que te permite entrar en lo más profundo de tus recuerdos y tu memoria.
Puedes dar órdenes como por ejemplo: Dejar el cigarrillo, detener los ataques de pánico o ansiedad, ordenar a tu cerebro y a ti que para cuando termines el ejercicio estarás y serás mejor y mejor, sigue indicándole a tu cerebro que eres un ser especial y una persona sana, muy sana. 
Sigue indicando y ordenando a tu cerebro todo lo que desees para ti, estás en una etapa justa para hacer los cambios que quieras y estos los verás hacerse realidad con la frecuencia que hagas el ejercicio de relajación. 
Una vez al día es bueno, dos es mejor, tres sería mucho mejor y mientras más lo practiques será la excelencia y lograrás sin duda conseguir lo que te propongas. 
Ahora que has regresado de ese sueño que ha durado horas estás listo para regresar a tu cotidianidad.
Para lograrlo cuenta del tres al uno y cuando llegues al uno escucharás un chasquido de dedos como si alguien te hubiera ordenado despertar y lo harás, y te sentirás mejor y mejor, muy confortable, muy alegre, muy relajado, muy cambiado, con una actitud positiva. 




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