miércoles, 14 de marzo de 2018

Hombre sin amor


Yo te di todo mi amor en una sola noche y al amanecer te perdí, 
te fuiste con todo lo bello que traigo en mí 
y desde esa madrugada a nadie más pude amar, 
a nadie pude entregar lo que en mí ya no tengo. 

Hombre sin sentimientos, me gritan y reclaman 
las que se acercan para entregar su amor, 
nadie me cree que un día en mí hubo 
todo el amor de este mundo y que a una mala mujer 
en una sola noche todo se lo entregué y que al amanecer 
cuando desperté, como ladrón con ella se lo llevó. 

Vacío en mi pecho dejó, esa es mi verdad, 
pero nadie me da crédito y me maldicen, 
lloran mientras me gritan eres un desgraciado, 
y es verdad, desgraciado soy por no poder entregar 
el amor a una mujer, por carecer de él.

Salgo en busca de aquella mujer para recuperar el amor 
que seguro aún lleva consigo, con el que dará miel 
a otros que como yo una noche la amó 
y a la mañana siguiente desapareció.

Estas practicas antes eran exclusividad del hombre, 
pero también las practicaba más de una, 
pero hoy son miles las que lo hacen 
a pesar de esto, siguen siendo los varones los malditos,
aunque la verdad hoy son las victimas.

Por mucho tiempo así será, esto no me interesa, 
lo que me urge es encontrar a malvada mujer 
y recuperar mi amor, para luego con afán 
buscar a la que lo apreciará y sin condición me amará. 

Busco en la que se me cruza por si esta con careta 
o algún disfraz para no ser reconocida, me evade,
no es tonta, cuanto amor tendrá en ella, 
si solo con el mío es más que suficiente 
para enloquecer a cualquier transeúnte 
que coloque sus ojos en ella.

Es linda, no se le niega su belleza y con eso ya tiene ventaja, 
pero en realidad eso será tu mortaja 
y pasaras de hombre amoroso a un hombre sin amor.


Busco y busco, cada noche una pero ninguna 
trae lo que me pertenece, creo que alguna 
hasta es buena y vale la pena luchar por ella, 
pero que amor le podría yo entregar 
si no tengo nada en mí para compartir.

Maldición, cómo me la tuve que encontrar y confiar, 
aquella noche de miel, que al amanecer se amargó como la hiel, 
yo que pensé serle fiel, pero ella solo quería una cama y calor 
para su cuerpo frío, sintió mi amor y por alguna maldición 
que trae con ella, seguro al despertar sonrió y con malicia 
me extrajo del cuerpo lo más lindo del ser humano 
y se llevó con ella todo mi amor.

No dejó ni una sola pizca de él, 
con eso era suficiente para amar y hacer feliz a otra mujer, 
pero ya las conocen, no les gusta compartir, 
son vanidosas y mentirosas, todo lo quieren para ellas y solo ellas. 

Me pregunto por dónde andará, con quién estará, 
a quién esta noche engañará y su amor robará, 
pobre incauto que sucumbirá a sus encantos.

No lo culpo, su cuerpo es la tentación, 
su rostro las estrellas y en su boca un manantial 
que te quitará la sed, su piel toma un brillo 
que solo he visto en el rocío del amanecer  
sobre un pétalo de una rosa y su aroma 
el de un jardín completo. 

Abierto para ser poseído por mil abejas y mariposas multicolores, 
cómo podría no caer en sus encantos, en sensual invitación 
si otra como ella no hallaría en mil vidas, 
esa hembra no es de este mundo, debe ser alguna vagabunda 
que llegó de un maléfico lugar con esa orden.

Robar a todo hombre su amor y dejarlo sin él, 
para que otras lo llamen maldito desgraciado, 
que las ilusiona y nos la puede amar, 
pero ellas no saben que no es que no quieran,
es que no pueden, somos hombres sin amor en el cuerpo, 

Recuerdo cuando me la encontré, poco a poco, 
lentamente a mí se acercó y de igual manera 
me enamoré, no pude evitarlo, 
ella seguía con su rutina, esa mujer era una felina, 
de esas que juegan con su victima antes de matar, 
antes de degustar sus carnes, sus jugos, todo de él.

Y que una vez saciada y todo lo buscado por ella encontrado 
lentamente se aleja y se lleva con ella como un trofeo 
todo lo bueno de ti. Así anda por la vida.

Y yo que ahora ya no vivo más que por vivir, 
lastimando a otro lindo ser en busca de lo que ya no tengo 
y que si no lo encuentro nunca más viviré mas que solo por vivir 
y seguiré condenado a escucha maldito desgraciado 
y de los rostros enamorados solo verán mis ojos 
el odio.

No sé si hay otros como yo, seguro que los hay, 
pero nadie dice nada para no evidenciarse 
pues al igual que yo, hoy su misión 
es recuperar el amor robado por esa mujer.

Tal vez, no es una tal vez, es una legión
diseminadas en todo el planeta para hacer daño, 
sin saber que los colaterales se los provocan a las de su género, 
ellas ya no creen en nadie y nos dicen 
que estamos cortados con la misma tijera. 

Y tienen razón, la misma tijera formada por afiladas 
y sensuales piernas de esas que como la que me tocó conocer, 
con ella se llevó lo mejor que traía para compartir 
y ser feliz, mi amor. 

Sé que para algunos aquello fue una bendición 
y les gusta hacer sufrir a otras, 
que no intentan buscar y encontrar lo que ella les robó, 
pero otros somos victimas que seguiremos buscando sin descansar 
y sin importar a quien se le dañe, son los daños colaterales, 
son las victimas de esta batalla que no sé cuanto durará.

Para mí no hay tiempo de perder 
y no pararé de buscar, me cueste lo que me cueste
y me lleve toda la vida, no me iré de esta vida 
sin el amor con el que llegué, pues lo necesitaré 
para la siguiente que me toque vivir, para con alguien compartir.

Solo espero no encontrarme con la misma condenada 
que me robó lo mejor de mí en la siguiente vida 
y esto se vuelva a repetir, puede suceder pues, 
la historia así lo ha escrito y en ella encontramos 
a reinos vencidos por ellas, batallas iniciadas por ellas, 
continentes enteros destrozados por esta legión de féminas 
que solo ellas saben quien las envió con esa enmienda.



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