Navegante en aguas del odio

No puedes o no quieres escuchar.

El odio te atrapó, 
escapa pronto de ahí,
no des ese paso 
del amor al odio.

De esas aguas 
un día navegante fui
y atrapado en ellas quedé.

Me prendí en fuego
y a mi corazón lo quemé, 
nadie me salvó.

Debes escuchar 
y de ahí con vida escapar, 
sal de ahí y vuelve a mí.

Navegué por las aguas 
turbias del odio,
a mi corazón 
en llamas lo vi morir 
sin lograr escapar.

Con cicatrices 
que hoy me hacen aún daño
debo aprender a vivir, 
debes huir de ahí 
y vuelve a mí.

No puedes o no quieres escuchar
que de ahí debes escapar
y volver a amar,
déjate salvar, no des ese paso
del amor al odio.

No permitas que a tu corazón
lo consuman las llamas 
del rencor y el odio,
que le dejen cicatrices 
imposibles de borrar. (curar).

Navegante fui y pertenecí ahí,
llegas tú y me devuelves la esperanza
de poder confiar y amar,
si un día me rescatas de ahí, 
no entres en ese lugar de donde 
con amor un día me rescataste.