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jueves, 19 de abril de 2018
Farolito (las canciones de mi vida)
Caminando con rumbo a su casa, esperando que hoy si me atiendas,
que hoy si me des la oportunidad de explicar lo que nos separó,
creo que fue una vil equivocación, una mala jugada
de personas ajenas a las cosas del amor.
_Abre la puerta mi amor,
escucha lo que vengo a decir con mi corazón.
Dije sin recibir respuesta alguna, ni un sonido que le diera esperanza a mi corazón,
solo el silencio recibí por respuesta y a mi lado la soledad en aquel callejón,
intenté por tres veces llamar a su puerta y recibir su perdón,
pero como antes no hubo respuesta alguna.
Decidí regresar al lugar de siempre, con la esperanza
de que ella creyendo que me fui se asome al balcón,
me encaminé y al Farolito que alumbra a penas la calle desierta
al igual que otras tantas noches, esta noche de nuevo testigo fue
de la canción que compuse para ella y en silencio le canté,
testigo de verme llorando llamar a su puerta,
testigo cuando he dejado pedazos de mi corazón
y aquellos besos que siempre dejé en la puerta
friolentos, traviesos, amargos cuando debieron ser dulzones.
Farolito, tu que alumbras apenas este callejón olvidado por el tiempo
como ahora esta mi corazón, con esa llama tan débil
que parece por momentos se puede extinguir,
caminando hacia su puerta haces que me acompañen a mi lado
sombras borrachas en su andar.
Solo espero que un día no se apague para siempre tu luz
y con ella se extinga este amor que aún tengo por ella en mi corazón.
Farolito tu me comprendes y sé que de alguna manera
la has visto por tu lado pasar; cuando la vuelvas a ver,
dile susurrándole al oído que me has visto llorando llamar a su puerta,
que le he traído una linda canción y con ella le he dejado un pedazo de mi corazón,
y que con él, además, un beso friolento, travieso, amargo y dulzón,
que he pasado cada noche por esta calle desierta
como desierta hoy es mi vida sin ella.
Si un día tu tenue luz se extingue, con ella se extinguirá
la esperanza que aún guardo en mi corazón
por reconquistar su amor.
No olvides recordarle que he llorado mientras toco a su puerta,
que me has escuchado cantar una linda canción
y que me has visto dejar un beso friolento y travieso, amargo y dulzón,
que he dejado mil pedazos de mi corazón.
Tal vez te escuche y se doblegue su corazón, su coraje
y el orgullo que un día nos separó.
Inspirado en la canción: Farolito de Agustín Lara.
Historia de: A. Lara y S. Raga
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